Estados Unidos construye una diplomacia en las redes sociales
14:33:00En una doble estrategia, Washington lucha contra Wikileaks, pero quiere usar internet y redes sociales para cambiar las "sociedades cerradas".
Washington busca ejercer la diplomacia por otros medios, los de internet, y en particular las redes sociales, a las que se les adjudica parte de la responsabilidad en los movimientos populares que derribaron a los gobiernos en Egipto y Túnez.
Con el telón de fondo del exitoso "activismo en línea", que esta semana ha tratado de reeditar movilizaciones de calle en Irán, la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ofreció el martes su segundo discurso sobre la libertad de internet en Washington, en el que dejó claro que se trata de una prioridad de la política exterior.
"Nuestro compromiso con la libertad de internet es un compromiso con los derechos de la gente. Y estamos acompañando nuestro compromiso con acciones", dijo Clinton, cuya oficina esta semana abrió una cuenta de Twitter en lengua farsi para "unirse en la conversación" de la sociedad iraní.
Con estas nuevas herramientas en su valija diplomatica, EE.UU. quiere movilizar a los ciudadanos de China, Siria, Irán, Corea del Norte o Cuba, entre otros países, que Washington define como "sociedades cerradas".
Pero Washington tiene sus propios problemas para lidiar con la libertad en internet, como demuestra el que mientras Clinton daba su discurso, un tribunal federal analizaba una peticion gubernamental para tener acceso a comunicaciones vía Twitter que considera necesarias en su investigación sobre las filtraciones a Wikileaks.
Wikileaks y secretos de Estado
Aunque Clinton insistió en la necesidad de mantener la libertad de la internet, criticó una vez más las acciones de Wikileaks, el sitio web que el año pasado empezó a presentar miles de cables y comunicaciones secretas del Departamento de Estado.
Clinton propuso buscar normas básicas para lograr el equilibrio entre libertad y seguridad, porque considera que la transparencia también debe proteger las comunicaciones confidenciales.
La posición del Departamento de Estado es que Wikileaks y su fundador, Julian Assange, "incitaron al robo" del material y que su difusión puso en riesgo vidas de estadounidenses y colaboradores en el mundo entero.
En la investigación que realiza el Departamento de Justicia para determinar si juzga a los responsables de la filtración, un tribunal del estado de Virginia analiza la solicitud de entregar al gobierno las comunicaciones vía Twitter entre Assange y algunos de sus seguidores.
Twitter se opone alegando que viola el derecho a la privacidad de sus usuarios, mientras algunos señalan que la medida busca amedrentar, al igual que harían los mismos gobiernos a los que Washington critica por bloquear el acceso a internet.
En su defensa, los funcionarios estadounidenses afirman que nunca han ordenado medidas contra Wikileaks y que las suspensiones de contratos de servicio por parte de empresas han sido tomadas por consejo de sus directivas, que temen que las filtraciones hayan sido logradas mediante una actividad criminal.
Sociedad Civil 2.0
En el gobierno estadounidense no consideran que su pulso con Wikileaks esté reñido con el plan de usar las redes sociales para ofrecer "información equilibrada" a sociedades cerradas.
Mucho antes de que se presentara el problema de las filtraciones, en noviembre de 2009, el Departamento de Estado lanzó la Iniciativa Sociedad Civil 2.0, con el objetivo de apuntalar la capacidad de comunicación de movimientos de base en sociedades controladas, mediante el uso intensivo de internet y otras tecnologías digitales.
Este año, destinarán US$ 25 millones para profundizar esa educación tecnológica, sobre todo para adecuarla a la migración de los usuarios a dispositivos móviles y teléfonos celulares del tipo "inteligente".
El uso de celulares ayudó, en junio de 2009, a las convocatorias de la oposición iraní contra lo que consideraron el fraude en la reelección del presidente Mahmoud Ahmadinejad, y ante el bloqueo de la prensa internacional, a difundir mundialmente la llamada "Revolución Verde", a través de video y fotografías puestos en redes sociales.
Aunque la oposición iraní no logró forzar al gobierno a tomar en cuenta sus quejas, los eventos en Túnez y Egipto reivindicaron la utilidad de las nuevas tecnologías de comunicación en la organización popular.
A tal punto que algunos dan casi todo el mérito a las redes sociales en el caso egipcio o tunecino, mientras que en el iraní las culpan de haberle facilitado al gobierno la manera de identificar, arrestar y neutralizar a los descontentos.
¿Internet políticamente neutral?
Ofrecer "información equilibrada" a sociedades cerradas es un trabajo que en EE.UU. han realizado tradicionalmente medios como la Voz de América, Radio Europa Libre, Radio Asia Libre o Radio y TV Martí, esta última destinada a Cuba.
Son operaciones costosas, frecuentemente bloqueadas por los gobiernos de los países a cuyas audiencias quieren llegar, por lo que muchos ven en las redes sociales y aplicaciones para dispositivos móviles una alternativa más económica y directa de comunicación.
Aunque no necesariamente más efectiva, según algunos.
"Lo que tenemos que preguntarnos es cómo esto ayuda los objetivos de la política exterior estadounidense simplemente conectando gente", le dijo a BBC Mundo Enders Wimbush, ex director de Radio Liberty, parte de Radio Europa Libre, durante un evento sobre la "Nueva Revolución de Medios el Compromiso Global de EE.UU." realizado en el Congreso.
Wimbush se considera un "escéptico" sobre el uso de redes sociales y asegura que hay que cuestionarse si "la sola idea de conexión y compromiso bastan para alcanzar esos objetivos" de promover los "valores estadounidense de libertad y democracia".
¿Subversión digital?
Por regla general, los gobiernos que controlan los medios de comunicación aducen razones de soberanía y hablan de neutralizar agresiones desestabilizadoras extranjeras (uno de los argumentos usados por el ahora ex presidente egipcio, Hosni Mubarak).
Con ese enfoque, las transmisiones directas a sus ciudadanos y la promoción del uso de internet y redes sociales pueden ser vistas como un "acto de agresión", casi un llamado a la subversión.
"Nosotros no incitamos a nadie a la subversión. Nosotros simplemente suministramos información. Sería una irresponsabilidad de nosotros o de cualquier institución de nuestra agencia incitar a una revuelta", le dijo a BBC Mundo, Carlos García-Pérez, director de Radio y TV Martí.
"Las redes sociales están proveyendo una plataforma en la que tu te puedes expresar libremente, puedes estar a favor del gobierno o en contra del gobierno, a favor o en contra de EE.UU., pero nadie te impone ni ideas ni pensamientos", expresó García-Pérez.
Los expertos reconocen que están aprendiendo y que, así como diez o veinte años atrás habría sido imposible preveer la evolución de internet, la única manera de evaluar el impacto que tendrán las nuevas estrategias diplomáticas de comunicación es viendo qué puede resultar de su uso intensivo.
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